sábado, noviembre 19, 2005

El altavoz

Para inmiscuirse indefenso entre la multitud y ser uno más, el pequeño altavoz negro con soporte se mezcló con la masa de la gente de la calle Preciados y renunció a hacer lo que mejor sabía hacer; y calló. ¿Cómo ser uno más cuando uno es un altavoz ¡y se calla! y no para de observar a los demás?

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